Más de 2 mil armas de fuego de la zona norte del Perú fueron destruidas en la ciudad de Trujillo por el Centro Regional de la ONU para la Paz, el Desarme y el Desarrollo (UNLIREC), en el marco de su Programa Conjunto ‘Fortaleciendo la Seguridad Humana y la Resiliencia de la Comunidad Mediante el Impulso de la Coexistencia Pacífica en el Perú’ y por la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (SUCAMEC) cuya función es decidir el destino final de las armas de fuego de uso civil.

Entre las armas destruidas figuran escopetas, revólveres, pistolas, carabinas y armas de fabricación artesanal que, en su mayoría, fueron incautadas por la Policía Nacional del Perú en actos delictivos, por tenencia ilegal y cuyo proceso judicial ya finalizó. En menor medida, las armas fueron entregadas voluntariamente por personas naturales e instituciones de las regiones de La Libertad, Lambayeque, Amazonas, Cajamarca, Tumbes, Piura y Áncash.

La zona norte del país está considerada como una de las más inseguras y con altos índices de violencia armada. Según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en estos departamentos el porcentaje de la población que se siente insegura alcanza el 92% en La Libertad; 90% en Lambayeque y Cajamarca; 88% en Piura; y 63% en Áncash.

El proceso de destrucción realizado bajo la modalidad de ‘corte’ en la comisaría Ayacucho (Trujillo), que consiste en inutilizar las piezas de las armas con una cierra eléctrica y dejar sus componentes permanentemente inoperables, estuvo monitoreado y supervisado íntegramente por UNLIREC con el fin de garantizar que éste se ajuste a estándares internacionales de destrucción de armas. Vale decir, UNLIREC participó durante todo el proceso, desde la etapa preparatoria, pasando por la capacitación, registro, monitoreo y verificación de armas y acto final de destrucción.

Los procesos de destrucción de armas de fuego forman parte de las actividades programadas en el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2013-2018 y son parte de las obligaciones internacionales que el Perú tiene al estar adherido a la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y Otros Materiales relacionados – CIFTA, que establece el compromiso de los países miembros para destruir armas de fuego.

Al respecto, el Superintendente de la SUCAMEC, Derik Latorre Boza, manifestó que “la destrucción de armas de fuego permite retirar armas de la sociedad y elimina el riesgo de que éstas lleguen a manos de la delincuencia. Todo con el fin de reducir la violencia armada y aportar a la seguridad ciudadana”.

Por su parte, Mélanie Régimbal, Directora Regional de UNLIREC, aseveró que “si cada arma tiene el potencial de matar, herir o amenazar a alguien, entonces este proceso de destrucción tiene claros impactos en la seguridad ciudadana al prevenir decenas de crímenes relacionados con las armas de fuego”.

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas dirigido a fortalecer la seguridad humana en el Perú apoya a las autoridades regionales de La Libertad y a las autoridades locales de la ciudad de Trujillo y los distritos de El Porvenir, La Esperanza y Florencia de Mora (comunidades afectadas por la violencia y la criminalidad) en temas de salud, recreación, fortalecimiento de las comunidades y mejoras en los servicios de seguridad ciudadana y justicia, incluida la reducción de la circulación de armas de fuego.

El proceso de destrucción terminará el día jueves 3 de setiembre con la fundición de todas las armas de fuego en la ciudad de Chimbote, en una acción que contará con el apoyo de la empresa SIDERPERÚ, como parte de sus actividades de responsabilidad social.

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